ANALISIS DE MONSTER HUNTER WILDS: SOLO QUIERO VOLVER A LA PARTIDA

Por E11even Games

No son muchos los juegos en la industria triple-A que logran generar tanta expectación como Monster Hunter: Wilds. La gran propuesta de Capcom para este 2025 es, además, el sucesor directo del lanzamiento más exitoso de todo su catálogo (MH World), una secuela de una franquicia con un legado de altísima calidad e incluso superó al mismísimo Silksong como el título más anticipado en toda Steam. Reflexiona sobre esto: en un mercado tan riesgoso como este, ¿realmente es posible satisfacer las expectativas de tanta gente?


Es una pregunta compleja de responder. Desde mi punto de vista, MH Wilds es un excepcional RPG de acción solo por el hecho de mantenerse en gran medida fiel a sus principios —la fórmula ha funcionado durante décadas, después de todo— sin caer en ambiciones excesivas o innecesarias. No cabe duda de que, si lo adquieres, estarás incorporando a tu biblioteca un juego maravilloso; pero también veo claramente que detrás de esto hay un fuerte interés por atraer nuevos públicos, y la evolución se logra con ciertas concesiones.


La nueva generación de Monster Hunter no es, necesariamente, fácil, simple o diluida; pero al menos sí es una que, a falta de términos más precisos, podría describir como más accesible. Reduciendo o eliminando la fricción donde sea posible. Aquí la historia tiene un rol fundamental, y el juego te motiva a seguir avanzando a través de puntos de ruta. No es necesario explorar todos los mapas, ni actualizar tu equipo constantemente; pero cuando llega el momento de hacerlo, conseguir los materiales que necesitas es más rápido que nunca.


Lo que encontramos en Monster Hunter Wilds es una respuesta a medias. El estudio insiste en empaquetar su introducción bajo el ritmo de la narrativa. Hay muchísimos más trámites que los que vimos en World. Va más allá. Lo que sucede a partir del Rango Alto, especialmente al llegar al tan esperado contenido final, es clave para una saga que siempre ha sorprendido a los jugadores con sorpresas y grandes retos. Sientes que estás siendo guiado por una fuerza invisible que no te deja ir hasta el final. Es frustrante que estos problemas surjan justo en una entrega cuyos fundamentos son excepcionales. Se juega mejor y el ciclo de juego fluye como nunca.


Las primeras doce horas de juego, es decir, hasta que aparecen los créditos por primera vez, están pensadas como una extensa introducción que repasa las mecánicas principales de la franquicia Monster Hunter. Regresamos al tutorial encubierto de World, solo que ahora se añaden una cantidad de trámites tediosos para el jugador experimentado. Los paseos con Alma por los escenarios y las conversaciones triviales con Nata son el pan de cada día de cada misión principal.


Cuando hablamos de franquicias que llevan mucho tiempo, los cambios de tipo 'quality of life' son a menudo tan bien recibidos como cualquier ajuste fundamental en la fórmula; y quizá sea buena idea dedicar un espacio a hablar de esto, ya que Monster Hunter: Wilds está bien surtido de este tipo de innovaciones. Quedan atrás aquellos tiempos en los que jugábamos con el dedo índice izquierdo sobre la cruceta, llevábamos libros de recetas para mejorar las probabilidades de éxito al fabricar utensilios o se nos rompían los picos y redes mientras recogíamos materiales.


Wilds, como mencioné, es mucho más fluido en este sentido y organiza todo de tal manera que pases el mayor tiempo posible cazando monstruos en lugar de gestionando el inventario. Aun así, creo que vale la pena detenerse un momento a explorar las opciones que ofrecen sus menús e interfaces. Puedes convertir el teclado en un acceso directo al chat, por ejemplo; pero también ajustar el comportamiento de tu montura Seikret para darle los controles manuales de tu cazador y hacer más ágil el desplazamiento.


UNA EVOLUCIÓN BIEN LOGRADA

Cuando se trata de Monster Hunter, las críticas no son tan relevantes: es fiel a la fórmula y eso basta para saber que es un grandísimo RPG de acción. Esto es cierto para 'Wilds' igual que lo fue para sus predecesores, y en esta entrega Capcom ha encontrado un excelente equilibrio para sus innovaciones: es respetuoso con las expectativas de los fans más leales, pero se arriesga a sorprendernos de vez en cuando. Aunque su fuerte enfoque en la narrativa aún tiene margen de mejora, la introducción no empieza nada mal; y el resultado general es muy positivo. Ahora bien, asegúrate de cumplir con sus exigencias técnicas.




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