Cuando Black Ops 2 salió, uno de los mapas más ambiciosos del modo Zombis fue Tranzit. Fue una propuesta que enamoró a muchos —por novedad, escala, la idea de moverte entre varias localizaciones conectadas por carretera, con un autobús, con exploración, con crafting— pero que al mismo tiempo quedó limitada por lo que la tecnología de 2012 permitía. Ahora, con Call of Duty: Black Ops 7, Treyarch tiene la posibilidad de rehacer esa idea y convertirla en algo que realmente esté a la altura de lo que muchos esperábamos.
Lo que hace que la noticia tenga peso es que esta vez, con Black Ops 7, esas barreras técnicas casi no existen. Ya no se trata de aspirar a lo que el hardware puede hacer, sino de aprovecharlo.
Algunos de los cambios más interesantes:
Ya no habrá autobús como en el Tranzit original. En cambio, se podrá usar un vehículo propio para desplazarse libremente entre los distintos puntos del mapa. Eso mejora la fluidez, le quita “esperas” innecesarias, y permite que te muevas de forma más estratégica.
Se esperan carreteras con peligros reales; cruzarlas no será solo un paseo —van a estar diseñadas de modo que moverse por ellas lleve riesgo, lo que aporta tensión y obliga a pensar rutas.
También hay algo de nostalgia: regresan los personajes clásicos (Nikolai, Dempsey, Takeo y Richtofen). Y un modo arcade, Dead Ops, que muchos extrañaban.
Lo que promete:
Lo que hay que mirar con lupa:
Tranzit representa algo que muchos fans pedían: un mapa grande, variado, que obligue a desplazarse, explorar, planear rutas. No quedarse solo en el “círculo cerrado” de los mapas típicos de Zombis. Y Black Ops 7 tiene la oportunidad de rescatar esa idea con la madurez técnica y de diseño que ahora posee.
Si todo se ejecuta bien, será algo que los viejos fans van a reconocer con nostalgia, y los nuevos jugadores van a disfrutar como algo fresco. Tranzit podría pasar de “una idea buena que no funcionó del todo” a “una de las mejores experiencias de Zombies más recientes”.